SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Definitivamente seguimos como barco a la deriva, nadie quiere cumplir las leyes, sin importar si es rico, pobre o funcionario. Hay gente que insiste en hacer lo que la da la gana.
En el caso de los que nos gobiernan, que son los llamados a predicar con el ejemplo, la situación es peor, no quieren ser transparentes en el desempeño de sus funciones. Todo esto porque saben que este es el país de amagar y no dar.
El presidente Danilo Medina tuvo que molestarse en emplazar a funcionarios de su administración para que cumplan un mandato de ley de declaración de bienes, que debieron respetar a más tardar 30 días después de haberse juramentados.
Pero ni siquiera el enojo del presidente ha logrado que la mayoría cumpla lo que dispone la Ley 311-14, aún existen servidores que no han rendido su Declaración Jurada de Patrimonio.
Sobre este tema se han expresado también, entidades como la Cámara de Cuentas y la Tesorería Nacional, pero todo siempre queda en simples amenazas.
Lo nuevo es que por disposición del Presidente, los que al 30 de este mes no hayan cumplido esa obligación, quedarán fuera de la nómina pública. Que pena nos debe de dar, tener que llegar ahí.
La renuencia a llenar este requisito desnuda el criterio que tienen esos funcionarios de la transparencia, la ética y el respeto de los mandamientos legales, tan así que ni al presidente de la República le temen.
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