SANTO DOMINGO.- El Senado de la República asume una alta responsabilidad ante la sociedad al embarcarse en el proceso de selección de la nueva Junta Central Electoral.
Los resultados de las elecciones presidenciales, congresionales y municipales de mayo pasado son conocidos por todos los dominicanos. Ciertamente que la credibilidad de la actual Junta Central Electoral por minada por la falta de arbitraje por algunos de sus miembros, por lo que los nuevos integrantes deben ser provistos de la idoneidad necesaria y la transparencia en sus convicciones.
En un plazo de 60 días el país tendrá una nueva Junta conformada por el Senado, de acuerdo a perfiles de candidatos y aspirantes que serán presentados para ser evaluados.
La demanda de que esos miembros del organismo sea por consenso y al margen de los intereses partidistas son dos alertas que deben ser evaluadas por el pleno del Senado, desoyendo los planteamientos de que se contemple la ratificación de la actual matrícula o que se algunos de esos funcionarios puedan permanecer en el cargo.
La credibilidad y la confiabilidad de las elecciones del año 2020 se fomentará desde el mismo momento en que el Senado abre la recepción de candidaturas y los debates para la integración pública de la Junta Central Electoral.
Esto, claro, viene dado también por la necesidad de aprobación de la ley de partidos, que sería otro elemento que fortalecería el sistema político del país.
Son temas que llamarán la atención colectiva para los próximos meses.
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