FARC entregará armas en plazo de 180 días; acuerdo abre puertas a paz en Colombia
LA HABANA, Cuba.- Colombia comienza a trillar el camino de la paz y el diálogo, al concretar finalmente el acuerdo entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, sellando así más de 50 años de conflictos bélicos y de contradicciones ideológicas, abriendo a partir de ahora las puertas para que la guerrilla se encime por el sendero de la democracia.
El cese del fuego fue concretado en presencia del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon; de los presidentes Danilo Medina, de República Dominicana; Nicolás Maduro, de Venezuela; de Michelle Bachelet, de Chile; Enrique Peña Nieto, de México; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, y el enviado especial de Estados Unidos, Bernie Aronson.
La firma de Santos y del líder de la guerrilla Rodrigo Londoño se produjo luego de largos meses de discusiones, de divergencias y de coincidencias, acordando que las FARC comenzarán su desarme en un plazo de 180 días. Las Naciones Unidas serán las encargadas de fundir estos artefactos.
En principio, el convenio facilita la tregua tan anhelada en Colombia y en toda la región, ya que las FARC era la guerrilla más antigua de América Latina.
Las armas de las FARC serán recibidas por un comité de verificación internacional de las Naciones Unidas, mientras los miembros de este grupo serán ubicados en 23 zonas de concentración, en las que tendrán acceso vial y otras facilidades, según lo convenido.
Concluido el proceso de entrega del arsenal en un plazo de 180 días, se ha acordado que se levantarán tres monumentos, uno de ellos en la sede de las Naciones Unidas, un segundo en La Habana, Cuba, y el tercero en un lugar que acuerden las autoridades y las FARC en Colombia.
En el documento firmado por Santos y Rodrigo Londoño se especifica que las FARC acepten un plebiscito que el mandatario colombiano pretende realizar en septiembre, como una vía para que la guerrilla más antigua de la América Latina se enrumbe por la vía de la institucionalidad existente en Colombia.
Santos, uno de los principales abanderados de este diálogo con la guerrilla, fue claro en su discurso histórico de que los colombianos y los demás habitantes de toda la región quieren vivir en paz y en diálogo. “Nos ha llegado la hora de vivir sin guerra”, agregó.
El mandatario dijo que defenderá el derecho que tienen las FARC de continuar su lucha política por las vías legales.
La visión del líder de las FARC es que no hubo vencidos y ni ganadores en las negociaciones por la paz en Colombia. “Ni las FARC ni el Estado son partes vencidas”.
El anfitrión de este acuerdo histórico, el presidente cubano Raúl Castro proclamó que “la paz no es una utopía, es un derecho fundamental”.
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