SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde hace mucho tiempo Roberto Rosario, actual presidente de la Junta Central Electoral, ha sido foco de controversia.
Muchos dominicanos, por no decir casi todos, discrepan totalmente de su temperamento y de su actitud que racha en la prepotencia.
A pesar de que tiene el agua en el cuello, sobre todo por los cuestionamientos lanzados contra las elecciones presidenciales, congresuales y municipales mal concluidas por la Junta Central Electoral, ahora Roberto Rosario se destapa con un tuit que desdice mucho de su investidura y hasta de la jerarquía que ostenta en la Junta.
“Hoy mi hija me ha dado una inesperada lección de vida. Gracias Raquel, aunque te prefiero lejos de esta selva”, indicó Rosario en la red social de Twitter, lo que se ha convertido en un hecho viral, con reacciones legítimas de ciudadanos que repudian ese planteamiento.
Este mensaje del jefe de la Junta vino a colación de un artículo que publicara su hija Raquel Rosario en un periódico digital, en el que expresa: “No defiendo cada posición de la JCE ni cada opinión que expresa mi papá. Al contrario, tenemos firmes desacuerdos en varios temas claves. Pero hay que dar crédito que quien se lo merece. Como toda contienda, en las elecciones de 2016 han habido contratiempos y hay situaciones preocupantes a niveles locales que hay que investigar y aclarar lo antes posible, pero esto no amerita posiciones extremas, especialmente si esos números no alteran resultados finales”.
A esa posición asumida por su hija fue que se refirió Rosario en su tuit, pero este comentario no debió utilizarse para descalificar a los dominicanos con el calificativo de que el país es una selva. Otra imprudencia más del presidente de la Junta, quien debe preocuparse en responder ante el país sobre las irregularidades que se denuncian cometidas durante el pasado proceso electoral.
Hay muchas situaciones que la Junta debe aclarar, como las exclusiones de personas, más votantes que los inscritos en los colegios electorales, descuadre en las actas en cuanto al conteo manual y el conteo electrónico. Existen otras cuestiones avaladas por seis partidos de oposición que urgen por respuestas convincentes de parte de Rosario y la Junta.
Las irregularidades de estas elecciones del 15 de mayo retrotraen al país a la etapa del fraude de 1994, cuando el país estuvo al margen de una guerra civil por las anomalías que fueron patrocinadas desde la Junta Central Electoral para garantizar la reelección del fenecido presidente Joaquín Balaguer.
“Selva” o no, como nos califica Roberto Rosario, República Dominicana hasta ahora se encaminaba por un proceso de fortalecimiento institucional y democrático, que ha sido lesionado con el “tollo” que han representado estas elecciones, en las que no fue garantizada plenamente la voluntad popular y en las que se vulneraron reglamentaciones estipuladas en las leyes, como el asunto del conteo manual y el reconteo para certificar o detectar que hubo o no irregularidades, como ha sido denunciado en casi todo el país.
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