BRASILIA, Brasil.- La presidenta Dilma Rousseff perdió otra batalla en su intención de impedir que el Senado apruebe un juicio político en su contra que podría llevarla a la destitución del poder, bajo la acusación de manipulación presupuestaria.
El Supremo Tribunal Federal desestimó un recurso depositado por la defensa de la Mandataria para que este organismo frenara el proceso iniciado por la Cámara de Diputados y que podría culminar este miércoles por el Senado, con la decisión de acoger o no enviar a Rousseff al juicio político.
Teori Zavascki, magistrado responsable para analizar el recurso de la Abogacía General del Estado, dispuso que el Senado continuara con el proceso seguido contra la Jefa del Estado.
El titular de la Abocacía General del Estado, José Eduardo Cardozo, entiende que la iniciativa es el resultado de un “desvío de finalidad”, de la que responsabiliza al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien fue suspendido del cargo por el Tribunal Supremo por estar sometido a una investigación por el caso de Petrobras.
Cunha es acusado por Cardozo de actuar en amenaza porque el Gobierno de Rousseff le negó los votos necesarios para que no se abriera un juicio en su contra por la acusación de corrupción.
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