Iglesia Católica arremete contra corrupción, violencia de género y promoción del matrimonio entre homexuales
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Como ha sido una tradición en el Sermón de las Siete Palabras en la Catedral Primada de América, la Iglesia Católica fustigó este Viernes Santo los altos niveles de la violencia y la inseguridad, de la corrupción y la criminalidad, además de las falsas promesas de los diferentes partidos en el actual proceso electoral, al igual que la promoción del matrimonio entre homosexuales. También la situación de los hospitales del país, la corrupción en el ejercicio político y la degradación de los valores cristianos
En la Primera Palabra “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, el padre Ángel Sánchez indica que la ciudadanía aguarda por un comportamiento de altura de los diferentes candidatos presidenciales que participarán en las elecciones del 15 de mayo. Pidió perdón por aquellas personas que consideran la política como una actividad para enriquecerse.
En la Segunda Palabra “En verdad te digo: Desde hoy estarás conmigo en el Paraíso”, el diácono Pedro Ramírez, coordinador de la Zona Pastoral de Herrera, llama a los dominicanos a cuidarse de los falsos valores que se promueven en el país, principalmente el matrimonio entre personas de un mismo sexo. Dice que la población no solo debe escandalizarse por la corrupción en el manejo de los fondos del Estado, sino por la corrupción de la conciencia y los falsos valores.
En la Tercera Palabra, la Iglesia Católica externa su alarma y preocupación por la violencia de género y la desprotección de los niños y adolescentes, al igual por los casos de menores embarazadas. “Otros dicen que para ser mundo tiene que haber de todo, pero en el fondo de sus conciencias, donde está la correcta razón, no admiten los modelos de familia del mismo sexo. “Es preciso anteponer los criterios morales cristianos a todo lo dañino que se infiltra en la modernización de la sociedad, ya que eso no se ve a simple vista, si no a la luz de la palabra de Dios que es quien desnuda al diablo disfrazado”.
En la Cuarta Palabra “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”, fue pronunciada por el padre Federico Marcial Sánchez, de las parroquias San Juan de la Cruz y Nuestra Señora de la Altagracia, de la zona pastoral de Villa Mella, lamenta la malversación que prevalece en el país y se cuestiona la falta de oportunidades para los ciudadanos.
En la Quinta Palabra, el padre Arturo Pichardo deplora las debilidades del sistema de Justicia y el alto nivel alcanzado por la violencia de género. El sacerdote de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de la zona pastoral central, lamentó los altos índices de violencia que se registran en el país. “Esta sed de vivir y de respeto a la vida se ve amenazada frecuentemente con el crecimiento de la violencia en nuestro país”, expresó.
En la Sexta Palabra “Todo se ha consumado”, el sacerdote Carlos José Abréu, de la parroquia San Bartolomé, de Villa Consuelo, dijo que la sociedad dominicana debe cuestionarse si como hijo, madre o padre está cumpliendo con su rol, dando amor y buenas costumbres.
En la Séptima Palabra, se advierte que muchas personas mueren en el país por la falta de camas, al igual que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús. El padre Milcíades Florentino, párroco de la Iglesia Jesús de Nazareno, de la base naval de las Fuerzas Armadas, manifestó que “un sistema que legaliza la inmoralidad, mientras afirma que no hay espacio para recibir en un hospital a un enfermo”, expresó Florentino.
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