(AUTORA: Talyam Vásquez, abogada y politóloga).- La palabra caracterizar es definida por la Real Academia de la Lengua Española para determinar los atributos peculiares de alguien o de algo, de modo que claramente se distinga de los demás; dicho de otra manera, es encontrar en cada quien aquel elemento que le es propio y le distingue en su personalidad.
Todos se caracterizan, hay quienes lo hacen adrede para crearse un espacio, ya sea a través de sus gestos, manera de hablar, vestimenta, peinado y otros sin ni siquiera pensarlo se transforman y adquieren su propio sello.
Esto de caracterizarse no es nuevo y en muchas ocasiones puede resultar positivo, pues permite a través de ese sello distintivo a la persona conocer sus límites, pero también la caracterización, sin saber administrarse acarrea percepciones negativas.
Algunos de sus líderes dominicanos se han sabido caracterizar, pueden ser definidos con una palabra pueden. Impulsivo, Hipólito Mejía; comedido, Danilo Medina; y flemático, Leonel Fernández. Su comportamiento les ha permitido llegar a la Presidencia del país y ocupar las mejores posiciones dentro de sus respectivos partidos, pero también, a unos les ha acarreado la expulsión de ese partido y a otros el rechazo de la población, a la cual desean conquistar; quizás le ha hecho falta un punto medio en el cual detenerse.
Los servidores públicos también se caracterizan, desde los que dan un buen servicio y hacen su trabajo con presteza, hasta los que ponen todas las trabas para perjudicar al solicitante o los que hay que lisonjearles, para que cumplan con su deber.
En el ámbito académico, especialmente en el universitario, todos hemos sufrido la caracterización de un profesor o de uno que otro funcionario de la casa de altos estudios. A veces creemos que son las frustraciones personales las que impulsan al personal de algunas Instituciones de Estudios Superiores en sus intentonas de evitar nuestra titulación.
Hay que evitar caracterizarse con excesos y abusos; no se debe olvidar que representamos a las instituciones en la que prestamos servicios y que la mala imagen del personal acompaña a la entidad mientras él esté en ella. Una caracterización bien administrada resulta positiva y nos proporcionará elementos para una identificación provechosa a futuro ya que ella nos acompañará durante toda la vida.
“Para el que sabe ver, todo es transitorio…” Krishnamurti
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