Nuevo informe cuantifica beneficios del desarrollo adaptado al cambio climático en la protección de vidas, la creación de empleos y el crecimiento del PIB
La limpieza de antiguos vertederos y basurales al aire libre tiene claros beneficios para las comunidades ubicadas en los alrededores de estos sitios, pero el valor es incluso mayor en los presupuestos de los países más allá de lo que puede ser evidente a primera vista.
Para un país como Brasil, donde hoy están siendo probadas tecnologías que convierten los desechos en energía, la construcción de modernos colectores de basura que capturan las emisiones de gases de efecto invernadero puede mejorar la salud de las personas, crear empleos, aumentar el suministro de energía, reducir el impacto del cambio climático e impulsar el producto interno bruto (PIB) nacional.
Un nuevo informe analiza una serie de escenarios de proyectos de desarrollo con un enfoque inteligente en relación con el clima, incluidos vertederos en Brasil, y por primera vez cuantifica a gran escala cómo las medidas gubernamentales pueden ayudar a mejorar el desempeño económico y beneficiar a las personas, los empleos, la agricultura, la energía y el PIB, así como permitir la reducción de las emisiones para combatir el cambio climático.
El documento proporciona datos concretos para ayudar a que los responsables de formular políticas entiendan el vasto potencial de las inversiones en desarrollo adaptado al cambio climático.
“El cambio climático plantea un grave riesgo para la estabilidad económica mundial, pero esto puede evitarse”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “En el Grupo del Banco Mundial, creemos que es posible reducir las emisiones y crear oportunidades laborales y económicas, al mismo tiempo que se recortan costos relacionados con la atención de la salud y la energía. En este informe se proporcionan datos concluyentes que respaldan esta opinión”.
El informe El desarrollo adaptado al cambio climático: Cuantificar los beneficios de la acción que ayuda a generar prosperidad, terminar con la pobreza y combatir el cambio climático se centra en cinco países —Brasil, China, India, México y Estados Unidos— y además en la Unión Europea (UE). Analiza los beneficios para todos estos países si implementaran tres conjuntos de políticas sobre transporte limpio, eficiencia energética en la industria y eficiencia energética en la construcción.
En el caso de la simulación de la política de transporte, por ejemplo, si en los cinco países y en la UE se usara más el transporte público que los automóviles particulares, que el transporte de carga se realizara principalmente por vía férrea y marítima en vez de por carretera y se mejorara la eficiencia del combustible, se podrían salvar alrededor de 20 000 vidas en todo el mundo, evitar cientos de millones de dólares en pérdidas de cosechas, ahorrar casi US$300 000 millones en energía y reducir las emisiones que aceleran el cambio climático en más de 4 gigatoneladas.
También revisa el impacto potencial de cuatro proyectos específicos de países, incluidos los vertederos en Brasil, si estos fueran ampliados a nivel nacional.
Contaminantes climáticos de corta vida
Algunos de los beneficios provienen de la reducción de las emisiones de los llamados contaminantes climáticos de corta vida (SLCP, por sus siglas en inglés).
Los SCLP son sustancias como el carbono negro de los vehículos diésel y de los fogones que se utilizan para cocinar, el metano de las operaciones mineras y de los vertederos, el ozono que se forma cuando la luz del sol interactúa con las emisiones de centrales eléctricas y vehículos, y algunos hidrofluorocarbonos. Estos pueden dañar los cultivos y causar enfermedades que provocan el deceso de millones de personas. La disminución de estas emisiones podría evitar 2,4 millones de muertes prematuras y la pérdida de cerca de 32 millones de toneladas cultivos al año.
A diferencia del CO2, los SLCP no perduran en la atmósfera por siglos, sino que son eliminados en semanas o años. Evitar el ingreso de contaminantes en la atmósfera ayudaría por sí solo a reducir el calentamiento y dar tiempo para desarrollar e implementar efectivas intervenciones en materia de CO2.
Cuantificar los beneficios
Hasta ahora, con frecuencia los beneficios socioeconómicos y los factores ambientales externos (esas consecuencias de las actividades industriales o comerciales que no se reflejan en los costos) no se han incluido en los análisis económicos porque no podían cuantificarse con facilidad.
Este informe, preparado por el Grupo del Banco Mundial y la Fundación Climate Works, presenta un nuevo marco para el diseño de modelos macroeconómicos que puede incorporar estas consideraciones, proporcionando un panorama más completo de los cobeneficios de las inversiones con fines de desarrollo.
Los nuevos instrumentos para el diseño de modelos:
- Miden los múltiples beneficios que se derivan de la reducción de las emisiones de varios contaminantes.
- Pueden ser usados para diseñar y analizar políticas y proyectos.
- Aportan fundamentos para combinar la acción en materia de cambio climático con el desarrollo sostenible.
Este informe utiliza el nuevo marco en siete simulaciones de proyectos —tres relacionadas con políticas sectoriales y cuatro centradas en intervenciones a nivel de proyectos— para calcular los numerosos beneficios que resultan de la disminución de la contaminación atmosférica.
Las políticas sectoriales comprenden reglamentaciones, impuestos e incentivos para promover el cambio a un transporte no contaminante, una mayor eficiencia energética en el sector industrial y de la construcción y artefactos con menor consumo de energía.
Los beneficios anuales de estas políticas, en 2030, incluyen la prevención de 94 000 muertes prematuras y un crecimiento aproximado del PIB del orden de US$1,8 billones a US$2,6 billones. Además, estas políticas permitirían evitar la producción de 8500 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 equivalente y el ahorro de casi 16 000 millones de kilovatios por hora de energía, lo que equivale, aproximadamente, a retirar de circulación 2000 millones de automóviles. Estas políticas, por sí solas, permitirían lograr el 30 % de la reducción total necesaria en 2030 para limitar el calentamiento del planeta a 2° C.
En las cuatro simulaciones de proyectos se analizaron intervenciones de desarrollo local, ampliadas a nivel nacional en un país.
Por ejemplo, en el caso de los vertederos en Brasil, el informe usa los resultados de actuales proyectos respaldados por el Banco en este país, en que se están implementando una variedad de opciones de gestión integrada de desechos sólidos, entre ellas biodigestores, compostaje y tecnologías que capturan metano en los vertederos para producir electricidad. Si estas mismas tecnologías fueran ampliadas a nivel nacional, en el curso de 20 años, el estudio estima que los cambios producidos podrían generar más de 44 000 empleos, aumentar el PIB en más de US$13 000 millones y reducir las emisiones en 158 millones de toneladas de CO2 equivalente. Los vertederos por sí solos podrían responder al 1 % de las necesidades energéticas del país.
Los otros tres casos de simulaciones de proyectos examinaron la ampliación del sistema de tránsito rápido por autobús en India, el uso de cocinas no contaminantes en las zonas rurales de China y el empleo de paneles solares y biodigestores para generar electricidad a partir de desechos agrícolas en México.
En conjunto, se estima que los beneficios agregados de estos cuatro proyectos ampliados a nivel nacional, calculados en el curso de 20 años, incluirían la posibilidad de preservar más de 1 millón de vidas y evitar la pérdida de entre 1 millón y 1,5 millones de toneladas de cultivos. Estos proyectos generarían reducciones de emisiones de CO2 equivalente similares al cierre de entre 100 y 150 centrales eléctricas a carbón. Para tan solo tres de estos proyectos —en India, Brasil y México— los beneficios equivalen a alrededor de US$100 000 millones a US$134 000 millones en valor adicional.
El aumento del costo de la inacción
Al destacar los cobeneficios, los estudios de casos sugieren la necesidad de ajustes adicionales al marco para el diseño de modelos. Sin embargo, el marco demuestra que incluir los factores ambientales externos puede fortalecer los argumentos en favor de proyectos o políticas destinadas a controlar los contaminantes atmosféricos.
Como la reciente evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (i) advirtió, la acción sobre el clima puede ser mucho más fácil de emprender si se captan y cuantifican los cobeneficios.
“La inacción en materia climática ocasiona costos que aumentan cada día”, dijo Rachel Kyte, vicepresidenta y enviada especial del Grupo del Banco Mundial para el cambio climático. “Este estudio presenta argumentos a favor de tomar medidas que permitan salvar vidas, crear empleos, hacer crecer las economías y, al mismo tiempo, aminorar la velocidad del cambio climático. Si ignoramos estas oportunidades, ponemos en peligro a nuestros hijos y a nosotros mismos”.
Los comentarios están cerrados.