Exembajador en EU plantea priorizar la protección de la frontera

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El exembajador de la República Dominicana ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), doctor Flavio Darío Espinal, advirtió que una de las principales prioridades que debe tener el Estado dominicano es proteger la frontera y hacer valer sus leyes migratorias.

Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV, afirmó que es de interés para el pueblo dominicano impedir que la situación se vaya de la mano.

“La migración lo la vamos a parar del todo, pero podemos controlarla, podemos limitarla y de esa manera ayudar a la clase trabajadora dominicana, que ve sus salarios deprimidos cuando vez una fuerza laboral que está dispuesta a cogerle su trabajo por la mitad de su salario, porque es una fuerza sin documentos, sin derechos, etc”, argumentó.

Federico Méndez y Flavio Darío Espinal.
Federico Méndez y Flavio Darío Espinal.

Espinal afirmó que el Estado también tiene la obligación de hacer valer sus leyes migratorias y laborales, la cual es una tarea pendiente del dominicano “que lo hemos hecho muy mal a través de la historia”.

Entiende que la situación que se ha dado en el país durante el último año y medio debe crear conciencia en la clase política, la opinión pública y la sociedad.

 “Un Estado tiene que cuidar su frontera, ninguna frontera es totalmente impermeable, siempre hay formas de que una persona que quiera migrar lo haga, pero se puede reducir considerablemente, controlando bien la frontera”, subrayó.

Espinal planteó que nadie le puede pedir al país que haga una amnistía total y que declare pura y simplemente que todo el que está en su territorio se convierta en una persona con estatus regular.

Calificó como exitoso el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros y advirtió que es inaceptable que se le pida al país que amnistíe a los ciudadanos que se encuentran irregularmente porque ningún país lo hace en esos términos.

“El gobierno hizo un gran esfuerzo de que las personas susceptibles de acogerse al mismo, pudieran acogerse, el plan de publicidad, centros de registros en diferentes partes del país, habilitaron espacios los fines de semana donde había mayor concentración de personas, etc.”, significó.

El ex embajador en Washington expuso que no obstante a la precariedad que se refleja en el lado haitiano, donde muchos de sus ciudadanos no tienen la documentación apropiada o teniéndola carecen de pasaportes, las autoridades dominicanas se mostraron flexibles, fueron acogiendo a esas personas.

Consideró que el Plan de Regularización de Extranjeros se hizo en base a lo establecido en la Ley General de Migración del 2004 y por mandato de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

Destacó que durante ese proceso, el Estado dominicano dispuso suspender las repatriaciones, medida que calificó como natural, prudente y lógica, para crear confianza en que esas personas puedan salir a inscribirse.

Espinal afirmó que una vez terminado el proceso, el Estado está obligado a hacer valer su legalidad migratoria, donde las personas que se encuentren irregular es susceptible de repatriación.

“Ahora, lo que el Estado tiene que hacer y yo creo que lo están haciendo apropiadamente, es que estas repatriaciones se hagan observando el debido proceso que aplica en este caso”, acotó.

Significó que las normas de derecho internacional prohíben de manera expresa las repatriaciones colectivas, que no es igual a las deportaciones masivas.

“Colectiva es cuando indiferenciadamente te deportan a un grupo de personas, entonces no se individualizan, no se les da la oportunidad a esa persona en particular la oportunidad de que pruebe si tiene documentos para estar en el país”, agregó.

El experto en Derecho Constitucional sostuvo que si individualiza los procesos, el Estado dominicano puede deportar a todo aquel que está en situación migratoria irregular.

Consideró que la República Dominicana hace bien en manejar estos casos con prudencia, porque la percepción que se ha tenido fuera del país es lamentable, con la descripción de imágenes fantasiosas y dantescas.

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