Artículo: #20 mujeres para Cristian y Hugo/Autora: Talyam Vásquez

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El proyecto de Salud Sexual y Reproductiva de la autoría de los diputados Cristian Paredes y Hugo Núñez ha sido desplazado de la palestra, posiblemente, para dar paso al nuevo patriotismo que en los últimos meses ha embargado el sentimiento de los que prefieren mantener en boga, mediante la reproducción, la amenaza de que los haitianos nos van a invadir o que República Dominicana es xenófoba, ¿cuál de los dos enfoque más alejado de la realidad?.

Pretender que el país “tiene un problema de seguridad nacional” y que es pérdida de tiempo conocer el proyecto de salud sexual, en un pueblo que se reporta como el tercer país  de América Latina que registra más embarazos en mujeres menores de 18 años, según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), publicado en el 2013, es un dislate imposible de aceptar.

Creer que la educación sexual y los derechos reproductivos, así como los deberes que ello entrañan deben postergarse no puede ser más erróneo; los dominicanos y dominicanas necesitan de conocimiento que vayan más allá de las áreas básicas.

El proyecto de salud sexual fue enviado a una comisión de la Cámara de Diputados, y tengo el temor de que las críticas que ha recibido de parte de sectores interesados en mantener la miseria de la mujer y de la familia dominicana, así como la irresponsabilidad e indiferencia de aquellos que se comprometieron en la defensa de los intereses de la mayoría, lo releguen al olvido; es por eso que, robándome la iniciativa de Hana, mi hermana, propongo #20mujeresparacristianyhugo, para apoyar esta iniciativa de dos legisladores que han demostrado que les preocupa la suerte de la mujer y de la familia del país y, a través de nuestras voces, hacerle saber a ellos que no están solos y que deben continuar su trabajo en torno al proyecto, pues existe la necesidad y el interés de que se conozca.

Sé que esas 20 mujeres se multiplicarán, después de eso se hace preciso que se socialice el proyecto y  que comencemos con él a dar los pasos para erradicar estos tormentosos embarazos, en niñas y adolescentes, que truncan los sueños, no solo de las familias, sino de toda la sociedad dominicana.