Dirigente de ADP pide Educación frenar mercantilismo en útiles y textos escolares
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Las autoridades del Ministerio de Educación tienen la obligación no solo de mantener control en el aumento de las tarifas de los colegios, sino también de toda la dinámica mercantilista de los útiles escolares y de los textos escolares”, afirmó hoy la vicepresidenta del Frente Amplio y expresidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), María Teresa Cabrera.
Explicó que el tema del aumento de la tarifa escolar, recurrente todos los años, tiene que ver con la falta de voluntad de parte de las autoridades para actuar, hacer cumplir las normas , y asumir que la educación no es una mercancía, sino un derecho que el Estado tiene que garantizar a toda la sociedad.
Entrevistada en el programa Toque Final, que cada domingo conduce el periodista Julio Martínez Pozo, por Antena Latina canal 7, la profesora Cabrera dijo que otro aspecto negativo es el cambio de los libros de texto todos los años, con el único objetivo de que sea obligatorio comprarlo nuevo, aún cuando los del año pasado estén adecuados para que los usen otros niños.
“Esto ocurre porque las autoridades adoptan una postura de dejar hacer y dejar pasar. Hay que actuar para corregir problemas que afectan a la gente. Nadie puede explicar por qué hay que comprar un libro que no te altera nada del contenido, solo te cambia la portada y la fecha”, enfatizó.
La expresidenta de la ADP cree necesaria una política de diversidad textual, ya que es más rica la actividad educativa cuando en un aula cada alumno consulta textos de autores distintos sobre un mismo tema, porque eso permite una discusión riquísima de aprendizaje.
No hay autoridad
Aseguró que el principal problema es que nadie frena a todos los que están envueltos en el “gran negocio” cada vez que inicia el año escolar. “No son solo los dueños de los colegios, porque estos solo tienen que ver con el tema de las tarifas, en el mundo del negocio de la distribución y la comercialización de los libros de textos escolares entran otros actores ante la mirada indiferente de las autoridades”.
Cabrera informó que en el pacto educativo se contempla asumir el compromiso de una política pública editorial que vele por el contenido, publicación, mecanismos de distribución y comercialización de los textos para terminar con esa lógica que se ha impuesto en la educación, y que afecta de manera sensible a la clase media que ya no aguanta más y que ha sido el gran blanco de este modelo de desarrollo que se ha impuesto.
Falta de maestros
La vicepresidenta del Frente Amplio entiende que una de las cosas que debería superarse este año escolar es que no se inicie con escuelas que necesiten desde dos hasta quince maestros, como se ha visto en años anteriores.
Sostuvo que el Ministerio de Educación tiene todas las posibilidades de evitar que eso ocurra porque cuenta con una amplia lista de profesores que participaron en concurso, y basta con que los hayan nombrado en este mes de agosto como corresponde, “el inicio del año escolar tiene una fecha en el calendario, y por lo tanto la falta de profesores se puede evitar si hay una correcta planificación previa”.
Preparación de los docentes
En la calidad de la educación se combinan una gran cantidad de factores que tienen que ser atendidos simultáneamente. El gran déficit que tenemos en la era del 4% es: atender el tema de formación docente, aseguró Cabrera.
Precisó que a la formación de los profesores hay que ponerle un horizonte, pues no es simplemente hacer cursos talleres y diplomados, sino saber hacia dónde apunta la formación, que tan referenciada está, y que tanto atiende las realidades de los contextos socioculturales en donde están inmersos los docentes.
“No es lo mismo una escuela en Gazcue, que una de Capotillo… las necesidades formativas son distintas. La política de formación docente tiene que atender a eso. Hay que saber seleccionar el personal que acompaña pedagógicamente a los maestros, los técnicos”, manifestó.
Refirió, además, que en el país se llevan a cabo concursos para maestros, pero a los técnicos los puede designar “cualquier político… porque le pegó muchos afiches o le hizo mucha campaña. No hay criterio.”
Argumentó que para que haya calidad en la educación se debe articular el espacio físico, un ambiente agradable para el niño, hacer que se sientan amados y respetados, que el maestro sienta que es importante para el quipo que dirige, que los técnicos estén adecuadamente formados, con visión, condiciones apropiadas de trabajo, mejores salarios, y que haya criterios de selección.
Asimismo, ve necesario que los centros de estudio tengan recursos didácticos y tecnológicos de apoyo para hacer atractivo el proceso educativo acorde con la nueva generación.
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