SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente de Haití, Michel Martelly, ha demostrado que carece de calidad para ejercer este cargo. Existe pleno convencimiento de este criterio, y solo habría que evaluar su gestión, ya que ese país vive un proceso de atraso y no existen proyectos que pudieran evidenciar que la administración de este “rockero” se haya preocupado por mejorar la suerte de esos ciudadanos.
En lugar de mostrarse en una posición de colaboración con el Gobierno de República Dominicana, Martelly trata de complicar la efectividad del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, concluido la semana pasada, y en el cual sólo se acogieron más de 288 mil extranjeros que viven en República Dominicana.
Se destapa el mandatario haitiano con que no recibirá a los hijos de ciudadanos de su país nacidos en República Dominicana, lo que contradice en sí la Constitución de esa nación.
Ahora son “apátridas” esos hijos de los haitianos indocumentados en República Dominicana, según el criterio de Martelly, quien persiste en generar situaciones conflictivas con las autoridades dominicanas, obviando que República Dominicana tiene plena soberanía para regular a los extranjeros que puedan permanecer en su territorio.
Es irresponsable, entonces, esta postura de Martelly. Y que no puede ser aceptada por el Gobierno del presidente Danilo Medina ni la sociedad dominicana. Martelly se ha convertido en un verdadero peligro y enemigo para el pueblo dominicano, y no quiere asumir su responsabilidad como gobernante de su país y trata, como los sectores de poder de Haití, de que los dominicanos carguen con la miseria y la desgracia de los ciudadanos de la vecina nación.
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