Fuerza del Pueblo atribuye ineficiencia al Gobierno para prevenir víctimas por causa de lluvias
Distrito Nacional, República Dominicana.-.
La Fuerza del Pueblo consideró que no hubo un plan de prevención por las aguas asociadas a disturbio tropical del pasado sábado que ha dejado 24 fallecidos y daños en infraestructuras en varias zonas del país.
En un documento de la Dirección Política de la organización se expresa la solidaridad y condolencias con las familias afectadas y su disposición de apoyarles en todo momento en medio de la calamidad.
Se indica que hay un sentimiento de indignación e impotencia en gran parte de la sociedad, lo cual es entendible y nos lleva a señalar lo que, a nuestro entender, son los 10 errores y fallas del gobierno en el manejo de la emergencia meteorológica del sábado 18 de noviembre:
- Falta de orientación a la población sobre el peligro inminente de la tormenta anunciada. Por ejemplo, no fue sino hasta las cinco de la tarde, que se colocó en alerta Roja al Gran Santo Domingo.
- A pesar de contar con una extraordinaria plataforma de propaganda y publicidad política, que promueve la figura presidencial, esta no fue puesta al servicio de la prevención para alertar debidamente a la población.
- La agenda y prioridades del gobierno y del presidente Abinader estuvieron totalmente al margen del riesgo inminente anunciado por ONAMET. Por esa misma razón, el principal responsable del COE se ausentó para atender compromisos de fiestas familiares, enviando un mensaje distorsionado a la población sobre la magnitud, alcance y peligro de la tormenta.
- Durante la tragedia, desde el gobierno, se promocionaba una cadena de radio y televisión de un acto reeleccionista para el domingo.
Solo vinieron a detener los preparativos de ese acto, al caer la tarde, ante las críticas en redes sociales, ya en medio de la tormenta y del recuento de las primeras víctimas fatales.
- No se diseñó ni ejecutó un plan preventivo, ni de evaluación de las zonas vulnerables y de riesgo. Además se ignoraron las advertencias del deterioro de varias infraestructuras viales de importancia.
- La improvisación del presidente Abinader en el manejo de esta crisis, fue de tal magnitud, que solo después de haber ocurrido la tragedia, al filo de la medianoche del sábado, atinó a decretar la suspensión de labores, cuando debió hacerlo desde el día anterior.
- Toda la información registrada sobre la tragedia de la tormenta diluvial de noviembre del año pasado, debió servir de experiencia para las medidas preventivas y los preparativos de contención, pero nadie en el gobierno se ocupó de hacerlo.
- El gobierno y el presidente Abinader, sin evaluar las pérdidas humanas y daños materiales, todavía con zonas bajo riesgo, se apresuran a culpabilizar a otros de sus fallas y descuidos.
- No obstante haber tomado prestado más de un billón de pesos, este gobierno no ha sido capaz de construir un solo drenaje pluvial en la ciudad de Santo Domingo, ni dar mantenimiento a ninguno de los cinco drenajes construidos en anteriores gobiernos.
Además, no ha tomado como prioridad la adquisición de radares meteorológicos Doppler en Santo Domingo, para crear de manera eficiente un sistema de alerta temprana y anticipar la cantidad de lluvias y el potencial de inundaciones repentinas.
- La declaratoria de emergencia para la adquisición de bienes y servicios debe estar sujeta al debido proceso, a la legalidad y la transparencia. También, la necesaria asistencia a los damnificados no debe ser usada con fines electorales.
Finalmente, exhortamos al gobierno a ofrecer una respuesta ágil y eficiente a los damnificados de esta lamentable y dolorosa tragedia. Nuestro partido, militancia, dirigentes y candidatos reafirman el compromiso de continuar brindando apoyo y auxilio a la población afectada en todo el territorio nacional.
La Fuerza del Pueblo alega que el país está consternado con la magnitud de la tragedia ocurrida por efecto de la tormenta y las lluvias torrenciales del pasado sábado.
“Todavía al día de hoy no termina la cuenta de víctimas fatales en todo el país. Comunidades del Gran Santo Domingo, así como provincias y municipios importantes se transformaron en zonas de desastres”, agregó.
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