Estados Unidos inicia gestión ante Congreso para aprobación 100 millones de dólares destinará a misión de paz en Haití

WASHINGTON, Estados Unidos.-.

El Gobierno del presidente Joe Biden ha iniciado los trámites ante el Congreso para la aprobación de un aporte de 100 millones de dólares para la fuerza internacional de paz que ha autorizado el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Haití, pero se contempla el desembolso de otra partida similar de facilitación a la misión que liderará Kenia.

El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que el trabajo será iniciado con el Gobierno para gestionar los 100 millones de dólares, ya que este país no piensa el envío de militares como parte de la operación que podría ser desplegada a más tardar en enero en Haití.

Estados Unidos espera que también otros países puedan aportar recursos para financiar la intervención de ayuda a la Policía de Haití contra los controles asumidos por las bandas armadas, principalmente en el 80 por ciento de los barrios de Puerto Príncipe.

“Seguimos apelando a que la comunidad internacional también aporte fondos, equipos, capacitación y personal en apoyo a un esfuerzo de carácter verdaderamente multinacional”, dijo el jefe de la diplomacia norteamericana.

“Si bien esta acción representa un avance importante, Estados Unidos renueva su llamamiento urgente a que los actores políticos, incluido el primer ministro Ariel Henry y los miembros de la oposición, amplíen el consenso y restablezcan el orden democrático en Haití“, indicó Blinken.

Trece de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad dieron su aprobación a la fuerza de paz en Haití, con la abstención de China y Rusia.

Entre los países interesados en ayudar a Haití están Kenia, Bahamas, Jamaica, Surinam, Estados Unidos, España, Antigua y Barbuda, Francia y México.

La misión internacional buscará restablecer la paz y la seguridad en Haití, tras un reporte de más de 2,400 fallecidos por causa de las pandillas armadas, que son acusadas de secuestros, abusos sexuales y maltratos, obligando que los haitianos tengan que abandonan sus hogares en los alrededores de Puerto Príncipe.