DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Mucha preocupación hubo desde que el Ministerio de Educación anunciaba sobre planes para el reinicio de la docencia semipresencial ante lo que se consideraba que existía una baja en la positividad de la pandemia.
Muchos sectores, incluyendo algunas secciones de la Asociación Dominicana de Profesores y el Colegio Médico Dominicano, advirtieron sobre la imprudencia que implicaba el retorno de los alumnos a las aulas cuando aún persiste la amenaza del virus.
La realidad ha sido cruda para las autoridades educativas.
El Ministerio de Salud Pública acaba de alertar este sábado sobre la circulación de cuatro variantes de la SARS-Covid-2 en al menos 19 provincias, lo que constituye un peligro ante la agresividad detectada de estas nuevas cepas que fueron detectadas en principio en Brasil y Reino Unido.
Nadie se explicaba, lo que se justifica ahora, por qué las autoridades educativas, con Roberto Fulcar a la cabeza, persistían en apresurar un retorno a las clases semipresenciales en medio de un panorama incierto para los estudiantes y para los maestros.
Los hechos ponen en evidencia que no hay perspectivas en el Gobierno sobre la amenaza del Covid-19, mientras que se ha tenido que aplicar nuevas restricciones en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, que necesariamente tendrán que ser extendidas a otras provincias ante la circulación de las cuatro variantes.
Habrá que extremar las medidas para evitar contagios y víctimas por el virus.
Además de retornar a la docencia virtual que se había aplicado para este año escolar y en cual modalidad debió concluirse en junio próximo, las autoridades deberán de pensar más en la salud de la población en lugar de apostar a una recuperación de la economía que podría tornarse más costosa que lo que se proyecta.
A partir de ahora, después de la alerta emitida por la Dirección General de Epidemiología de Salud Pública sobre las cepas o variantes de Brasil y del Reino Unido, compete que el Gobierno redefina sus prioridades en materia de salud y se aplique los correctivos urgentes para evitar que el descontrol de la enfermedad se agudice y se registren masivas víctimas que luego tendremos que lamentar.
La realidad es única: el país está amenazado por el Covid-19, lo que no puede ser ya ocultado por las autoridades.
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