Hay que votar el domingo
La voluntad popular debe ser respetada dentro del marco de la Constitución, y es responsabilidad exclusiva del Gobierno, la Junta Central Electoral y los partidos.
DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- Más de 7 millones de dominicanos están convocados a participar cívicamente en las elecciones presidenciales y congresuales del domingo.
Este proceso, a diferencia de otros certámenes, ha estado matizado por los estragos de la pandemia del coronavirus, que ha implicado en restricciones sociales y sanitarias con saldos negativos de víctimas e infectados.
La realidad, sin embargo, obliga a que las autoridades gubernamentales y la Junta Central Electoral otorguen las garantías necesarias para que los ciudadanos se sientan motivados y sin temor a acudir a las urnas.
El domingo está obligatoriedad constitucional de elegir a los nuevos Presidente y Vicepresidente de la República, así como 190 diputados y 32 senadores.
La cita constituye un compromiso cívico y da la oportunidad a la población de sufragar por los candidatos a estos cargos que sean de sus preferencias, sin ninguna coerción política ni social, sin importar los discursos agresivos que puedan propalarse bajo el furor de la campaña en esta semana de cierre del proselitismo.
La Junta Central Electoral debe exhibir hechos tangibles que evidencien su total parcialidad y leal con su compromiso ante el país para velar por el respeto de la voluntad popular, independientemente hacia donde se inclinen los votantes. La transparencia debe y tiene que ser el norte del organismo, a pesar de que algunas de sus más recientes actuaciones conducen a suspicacias y temores sobre la idoneidad del proceso.
Los partidos, como principales actores del proceso, no solo deben garantizar una activa participación de sus militantes y seguidores en las elecciones del domingo, sino que deben contribuir a que permanezca paz y la seguridad en torno a la diafanidad dentro del marco de la legalidad.
Todo el certamen comicial debe transcurrir dentro de las expectativas que se ha forjado la ciudadanía con respeto estricto al mandato de la Constitución.
No se puede cercenar el derecho al sufragio de ningún ciudadano. El Gobierno, la Junta Central Electoral y los diferentes partidos políticos son los responsables de garantizar el éxito de los comicios y que a partir del domingo haya una celebración democrática en torno a los ganadores legítimamente elegidos de acuerdo a la voluntad popular.
Nadie que no cuente con el apoyo mayoritario debe proclamarse vencedor en ningún nivel disputado el domingo. La usurpación del poder no puede tolerarse en violación de las leyes y la Constitución.
La voluntad popular y el respeto a la Constitución son sagrados, y en esto deben estar claros el Gobierno, la Junta Central Electoral y los propios partidos políticos.
En caso contrario, que Dios nos encuentre confesados.
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