DISTRITO NACIONAL, República Dominicana.- La pandemia del coronavirus ha modificado toda la práctica de la campaña electoral de cara al proceso presidencial y congresual del 5 de julio.
Principalmente, los protocolos del distanciamiento social y del uso permanente de las mascarillas han sido obligatorios en prevención de cualquier contagio del Covid-19.
Sin embargo, el debate ha sido muy pobre en la concepción y planteamiento de las propuestas sobre los temas cardinales.
Los mensajes de los candidatos presidenciales han estado centrado en ofertar esperanzas y beneficios a futuro para enfrentar los efectos de la pandemia, sin ninguna posibilidad de un real debate entre los aspirantes como ha sido la expectativa por años.
La principal propuesta de los aspirantes ha debido estar centrada en el tema de la economía. ¿Qué hacer para que cerca de un millón de trabajadores puedan recuperar sus ingresos tras ser despedidos o suspendidos?
El debate ha estado dirigido en un pobre enfoque de temas coyunturales y en promesas en medio de la campaña electoral.
Ahora los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno mantienen un enfrentamiento sobre infiltración de vinculados al narcotráfico, lo que ha sido denunciado desde hace tiempo y que parece tener en esta campaña electoral un ribete de preocupaciones.
Es urgente que los partidos redimensionen las estrategias y traten de captar las simpatías de sus ciudadanos con propuestas creíbles y proyectos que contribuyan al bienestar colectivo, nunca a resolver situaciones coyunturales, aunque la pandemia del coronavirus ha venido a cambiar toda la restructuración de los aparatos productivos y del presupuesto de la nación.
Lo que se necesita es un compromiso real de que el país no colapsará en medio del temor que reina por la pérdida de fuentes de empleo y de un futuro un poco incierto en esta realidad generada por el Covid-19.
El mayor compromiso radica en el liderazgo nacional.
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