SANTO DOMINGO.- Es inexplicable que República Dominicana no haya emitido un comunicado de protesta ante la agresión a pedradas de que fue objeto el Consulado dominicano en la comunidad haitiana de Juana Méndez.
Esta acción cometida el pasado lunes, poniendo en peligro la vida de los empleados acreditados en ese Consulado, es un hecho bochornoso e indigno que no puede pasar desapercibido y sin las reclamaciones pertinentes ante el Gobierno de Haití.
El hecho fue una agresión a la territoriedad dominicana que representa ese Consulado, por la misión acreditada por el Gobierno a la delegación que fue víctima de la actuación de los desaprensivos que protestaban ante reclamaciones que formulan a las autoridades de su país.
¿Por qué extender sus quejas ante la delegación consignada en el Consulado? La inviolabilidad del territorio dominicano no fue respetada y no se ha escuchado ninguna disculpa de parte del Gobierno del presidente Michel Martelly.
¿Y si este caso hubiera ocurrido en la embajada o consulado de Haití en República Dominicana?, la verdad que ese país hubiera movido tierra y cielo para llamar la atención de la comunidad internacional y armar todo un escándalo, quizás más estruendoso que la supuesta violación de los derechos humanos de los descendientes de los ilegales que se encuentran en el territorio dominicano.
¿Por qué el Gobierno del presidente Danilo Medina no ha reaccionado exigiendo una clara explicación?
Ahí, sin duda, radica una preocupación de toda la sociedad dominicana, en cierto modo, convertido en una alarma.
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